viernes, 31 de agosto de 2012

Un Premio Nóbel a la Paz, manchado con sangre.

Estados Unidos, en sus constantes e interminables guerras, se ha llevado las vidas de muchos inocentes en más de una ocasión. Sin embargo, actualmente se dice mucho acerca del presidente Barack Obama y su lucha por ejercer la paz, sobretodo si el 9 de Octubre del año 2009, se le fue concedido el Premio Nóbel a la Paz por "esfuerzos diplomáticos", el cual, bajo mi perspectiva, tal y como puse de título en esta entrada, está manchado con sangre.

Por más triste que suene para Estados Unidos, el matar nunca va a equivaler a paz. Es por esta razón que me cuestiono tanto por donde ven todos a este presidente pacífico y luchador, digno de tremendo premio y reconocimiento, cuando permite el asesinato de un jóven de 16 años llamado Abdulrahman Al-awlaki, el 14 de Octubre del 2011. Este chico, nacido en Denver, era hijo de Anwar al-Awlaki, un cuidadano americano sospechoso de haber trabajado con Al-Qaeda. A pesar de haber recibido dichas acusaciones, nunca fue perseguido o condenado, debido a la ausencia de pruebas que justifiquen los cargos. No hace falta decir que en Estados Unidos, desde el 11/9, hay mucha discriminación y sospecha que recae sobre la etnia árabe.

¿Ustedes creen que los hijos deban pagar con sangre por los asuntos de sus padres? La verdad, no puedo opinar mucho acerca de las acusaciones de Anwar al-Awlaki, debido a que es un tema de mayor profundidad que requiere mucha investigación en cuanto a sus antecedentes y las razones por las cuales surgieron estas acusaciones desde un principio. Sin embargo, sí puedo opinar acerca de la discriminación actual y la inocencia de su hijo.

Tal y como comenta un jóven de 19 años en su blog, David Kretzmann, Abdulrahman era un ser humano inocente al igual que todos nosotros. Le gustaba la natación, el hip hop y rap, entre sus cantantes favoritos se encontraban: Eminem, 50 Cent y Akon; mientras que sus películas favoritas eran Harry Potter, Braveheart y Gladiator. Era un chico común y corriente, que fue asesinado junto a sus amigos mientras estaban cenando.

Para justificar el crimen y reducir el impacto, los medios presentaron el "incidente" como una confusión, posicionando al chico como un hombre de 21 años que era sospechoso.


Les presento el misterioso hombre de 21 años que debió ser brutalmente asesinado junto a sus "cómplices". Debemos ser honestos, la guerra gobierna en los corazones de presidentes como Obama. Si es tan pacífico, ¿por qué no se disculpa públicamente por el injustificado asesinato de Abdulrahman? Viniendo de un hombre compasivo cuyos esfuerzos por construir la paz han ameritado grandes reconocimientos, eso sería lo mínimo que se podría esperar. Sin embargo, al asunto no le han correspondido la importancia que se merece.

Estoy seguro que con mayor investigación, podría escribir acerca de muchos más casos parecidos, y tengan por seguro que lo haré, pero por el momento, solo puedo expresar mi preocupación y pena por la ceguera e inconsciencia de la cual sufre el mundo de hoy en día. Ese premio de la paz no está bien correspondido. Hombre que mata, no es pacífico.

Citando a David Kretzmann: "Una sociedad que desvalora la vida humana, no puede sostener y apoyar la libertad individual".











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